LAS ALFOMBRAS NO SON PARA EL VERANO, ¿O SÍ?

Las alfombras, normalmente, suelen asociarse con el invierno, debido a que éstas aíslan nuestros suelos del frío y conservan el calor del hogar. Además, visualmente, dan apariencia de protección, calidez y comodidad. Un lugar sobre el que descalzarse o sentarse sin enfriarse.

Lo que quizás no solamos tener en cuenta es que, de igual manera que las alfombras aíslan nuestro hogar del frío (y de paso, de los ruidos) también lo hacen del calor. ¿Pero, por qué colocamos alfombras? No sólo para aislar nuestro hogar, como comentábamos anteriormente, sino también para ver nuestros suelos vestidos. Las alfombras son un elemento decorativo más, como lo pueden ser los cojines, las cortinas o los manteles. Una buena alfombra definirá o reforzará el carácter de nuestra estancia y le aportará un plus de elegancia.

Está claro que muchas alfombras no nos servirán en verano, dado el espesor de su tejido, la longitud del pelo o su color, pero hay otras que sí podremos mantener durante todo el año.

Éste puede ser el caso de piezas como las clásicas 'kilim' o las realizadas a partir de fibras vegetales como el sisal o la palma, el bambú, el yute, el esparto e incluso, el hilo de algodón. También, encontramos otras más modernas realizadas con materiales como el polipropileno y el vinilo, pensados para resistir las altas temperaturas y la humedad. Cualquiera de las citadas, se caracteriza por ser fáciles de limpiar y por secarse rápidamente.

Son perfectas para decorar cualquier patio o porche, rodeadas por unos cómodos puffs de piel y bajo una mesa de centro en teca, o para salones, refrescados con una decoración veraniega y natural. También pueden decorar recibidores o zonas de paso como pasillos o distribuidores, dormitorios, e incluso, la sala de juegos de los más pequeños.

La limpieza de estas alfombras depende intrínsecamente del material con el que está confeccionada. Por ejemplo, para mantener en perfecto estado una alfombra kilim, bastará con pasar la aspiradora una vez por semana siempre en dirección del pelo y sin arrastrarla.

Por otra parte, las realizadas a base de fibras naturales pueden, también, aspirarse con regularidad y limpiarse con una esponja humedecida con agua.

Las confeccionadas en algodón pueden ser lavadas con cualquiera de los métodos citados anteriormente, pero si queremos limpiarla en profundidad, se recomienda lavarla en agua fría y tenderla al sol. Se secará rápidamente, y con ello, evitaremos que encoja o se oscurezca.

Por último, las sintéticas, realizadas a base de polipropileno o vinilo, requieren unos cuidados mínimos. En este caso, se recomienda pasar la aspiradora o la escoba para recoger migas o pelusas y se le puede pasar la fregona como al resto del suelo.

Ya no tienes excusa para utilizar alfombras en verano en cualquiera de los ambientes de tu hogar, porque además en 2015, las realizadas con materiales naturales se han convertido en tendencia.

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