CLAVES DE ESTILO PARA CREAR DORMITORIOS ROMÁNTICOS
El dormitorio debe ser uno de los lugares más relajantes e íntimos de nuestro hogar; un espacio personal, un refugio y un lugar donde descansar y reponer energías para afrontar el día.
Cada detalle cuenta, nada debe dejarse al azar cuando se trata de crear un ambiente acogedor y apto para el descanso y la relajación.
En esta entrada de blog que dedicamos a los dormitorios de corte romántico, queremos darte unas cuantas claves de estilo para que consigas el de tus sueños.
- Elige un color que te aporte tranquilidad y combínalo con tonos suaves como el crema, el marfil o el blanco, aplicándolos como base. Por ejemplo, puedes optar por unos muebles de estilo vintage o clásico acabados en tonos claros y colocarlos en un espacio pintado en tonos neutros que no te aburran, ni resten luminosidad a la estancia, pero que sirvan de marco para nuestro mobiliario.
Estos pueden ser: el blanco, el marfil, los tonos pastel, el visón o el gris, o bien, sobre un papel pintado de motivos florales o delicados dibujos. A continuación, aplica 'tu color' en pequeños detalles como la pantalla de la lámpara, un cuadro, los cojines, la colcha, las cortinas, el tapizado de alguna butaca o en flores naturales.
- El cabecero o cama: quizás sea la pieza principal de tu lugar de descanso. Por ello, debemos ser cuidadosos a la hora de elegirla, porque ésta marcará el estilo del dormitorio.
Cuando hablamos de un lugar 'romántico', pensamos en un jardín lleno de rosas; ligeras y vaporosas cortinas; sábanas de seda; colores y texturas suaves; pero sobre todo, con un rincón lleno de encanto, que invite a la intimidad y a la relajación. Por ello, lo más cercano a ese tipo de sensaciones e imágenes evocadoras son los cabeceros de corte vintage, con balaustres, tapizados con bonitas telas o en capitoné, o bien, con un dosel, del que cuelgan unas cortinas suaves y semitransparentes.
Otra opción que también casa perfectamente con esta idea son los cabeceros de forja. Quizás no todos, pero algunos de ellos, forman exquisitas composiciones que ondean y se entrelazan; otros son muy sencillos y van pintados en tonos pastel y con detalles en dorado; otros, llevan incorporados incluso adornos que se inspiran en hojas o flores, incluyendo cristales de colores. Todas ellas son perfectas para un dormitorio como en el que estamos pensando.
- Lámparas: las de techo, de corte clásico y con pantallas de seda, que suavizan la luz y crean una atmósfera más envolvente e íntima. Las de sobremesa o pie, en tonos claros o de cristal, y repartidas por la estancia, apoyando la luz principal y marcando las zonas más importantes de la estancia.
- Muebles auxiliares: estos son los que completarán la estancia, dándole encanto y personalidad. Podremos incorporar una bonita butaca descalzadora (a un lado) o una banqueta (a los pies de la cama); una butaca o diván, acompañado de un librero bajo y un velador para crear un acogedor rincón de lectura; un buró escritorio que haga las veces de escritorio, tocador y joyero; un elegante espejo vestidor; un galán donde colocar la ropa; y por supuesto, las piezas auxiliares imprescindibles en un dormitorio: mesitas de noche y una cómoda o sinfonier. Si queremos aumentar la comodidad de la estancia, nada mejor que una mullida alfombra a los pies de la cama, por donde pisar con los pies descalzos.
- Detalles: algo muy importante y que no debemos pasar por alto. Puedes colocar cojines de varios colores, formas y texturas sobre la cama; unas cortinas vaporosas o una doble cortina; y complementos en colores empolvados y pastel.
Esperamos que os haya gustado y que os haya servido de guía para decorar con éxito vuestro dormitorio de corte romántico.