CONSEJOS PARA ILUMINAR TU HOGAR

La iluminación de un hogar, de una oficina o de un espacio comercial no es algo que debamos descuidar o pasar por alto. Iluminar una estancia  debe ser una tarea que llevemos a cabo de una manera estratégica y con pleno conocimiento del ambiente que queremos crear o qué zonas debemos iluminar, ya sea con un propósito funcional o decorativo.  Por ello, deberemos realizar un 'plan de iluminación' que contemple distintos aspectos.

En esta planificación de luz tendremos en cuenta factores como la temperatura de color que queremos darle a la estancia, la intensidad de cada fuente de luz, o los lugares que deseamos destacar, y con qué propósito. Podemos empezar dibujando a mano alzada la distribución de la sala a iluminar y trazar sobre este plano cuáles van a ser los distintos ambientes que conformen tu salón, comedor o dormitorio.

Una vez sabemos dónde queremos colocar cada lámpara o fuente de luz, estableceremos el tipo, el sistema y su función. Pero antes de que traces un plan, vamos a darte unas cuantas pautas y consejos que te pueden ser de gran ayuda a la hora de iluminar tu hogar.

1. El tipo de luz - Iluminación general: La luz principal te permite ver y desplazarte por la habitación, sin sombras. Se trata de una fuente de luz uniforme, que suele proceder de una lámpara colgante.  Otro tipo de lámpara que proporciona este tipo de iluminación, los apliques de pared orientados hacia el techo, que rebota la luz y la rebota a toda la estancia. Es importante que esta luz principal se pueda encender y apagar desde distintos puntos de la habitación, pero, en especial, junto a la entrada o puerta. Otro aspecto que no está de más tener en cuenta, es que la luz general se pueda regular con un dimmer para poder rebajar o subir la intensidad cuando sea necesario. - Iluminación puntual o focal: Se trata de un spot de luz intensa que se utiliza cuando queremos concentrar toda la luz en una zona concreta, por ejemplo: una mesa de estudio, un sillón de lectura, el banco de la cocina  o nuestra zona de aseo en el baño. Este tipo de iluminación, como bien apunta su nombre, es complementaria a la general y se enciende cada vez que vamos a realizar una actividad concreta, que necesita de luz extra. - Iluminación ambiente: En este caso, nos encontramos ante un tipo de iluminación difusa pensada para crear una ambientación especial y crear sensaciones. Esto se consigue con lámparas LED o un halógeno para el techo con luz de colores regulable, lámparas de sal o velas. - Iluminación decorativa:  Este tipo de iluminación se aplica cuando queremos destacar un elemento concreto de nuestra decoración, como un cuadro, una foto, una escultura  colocada sobre un pedestal o unas figuritas dentro de una vitrina de cristal.
2. El sistema o forma de iluminar - Luz directa: en este caso, el flujo de luz casi en su totalidad es dirigido hacia la zona a iluminar. Un ejemplo de ello, son las lámparas direccionales con tulipa cerrada por arriba o los flexos / lámparas de estudio. - Luz indirecta: en este segundo caso, la luz es proyectada hacia el techo, gracias a una tulipa o cuerpo invertido. Esto consigue que el techo pintado en blanco o un color claro haga de panel de rebote para la luz y que esta se distribuya de forma uniforme y difusa en toda la habitación. Un ejemplo de ello son las lámparas de pie con luz encarada al techo, sirven de apoyo y crean un ambiente acogedor y relajante. - Luz semi-directa y semi-indirecta: en el caso de la luz semi-indirecta se trata de una lámpara de techo con un panel difusor de cristal o plástico translúcido colocado entre la fuente de iluminación y el objeto a iluminar. En el caso opuesto, en la semi-indirecta, el difusor se encuentra en la parte superior y pese a que proyecta la luz sobre el techo, lo hace de una forma más suave. - Luz difusa: se trata de una luz de apoyo, que dirige su luz tanto arriba como abajo, y es filtrada por una pantalla. Este tipo de lámparas no crean ningún efecto, sino que se limita a proporcionar una iluminación funcional, que elimina sombras y que compensa a otras fuentes de luz.
3. Consejos prácticos - Si enfocas las lámparas de pie y las de techo de luz indirecta hacia arriba potenciarás la altura del techo. - Si retroiluminas el televisor o la pantalla de ordenador con un foco de luz blanca, conseguirás que el impacto de la luz de las pantallas te dañe la vista. Una luz de apoyo hará que no  la fuerces y que estés más cómodo. - Para evitar sombras en tu mesa de trabajo, coloca el flexo o lámpara de escritorio en el extremo opuesto a tu mano o sentido de escritura. - Si colocas tus lámparas a distintos niveles conseguirás un ambiente dinámico y bien iluminado. - Piensa en los distintos tipos de iluminación que necesitas en tu día a día. Por ejemplo, en el salón podemos tener, habitualmente, encendida la lámpara de techo, pero si queremos descansar la vista o concentrarnos en una actividad concreta, deberemos contar con una lámpara de pie con luz cálida indirecta, una lámpara para la mesa auxiliar o una lámpara arco de pie colocada sobre tu sofá que te ayude a leer, coser o a trabajar desde el ordenador. Dependiendo de nuestras necesidades, deberemos plantearnos las distintas alternativas.

Una vez conoces los conceptos necesarios para iluminar una estancia, ¿te atreves a trazar tu propio plan?