EL TERCIOPELO EN TAPICERÍA VUELVE A SER TENDENCIA

¿Sabías que el terciopelo en tapicería vuelve a ser tendencia? Este otoño el terciopelo reaparece en la moda y en los interiores de tu hogar o negocio, con renovado esplendor y belleza. Si bien, en los años 80 marcó un hito, ahora vuelve con más fuerza que nunca para revestir nuestros cabeceros, sofás, sillas, sillones u otomanas. Pero, ¿qué es el terciopelo exactamente?  Según la Wikipedia, "el terciopelo es un tipo de tela velluda en la cual los hilos se distribuyen muy uniformemente, con un pelo corto y denso, dándole una suave sensación muy distintiva".

Su tacto suave nos evoca sensualidad y romanticismo, su aspecto nos habla de lujo y de colores ricos en matices. Los muebles tapizados en terciopelo protagonizarán y llenarán de glamour nuestros interiores, pues a ver quién se resiste ante el poder de fascinación y no cae rendido ante su encanto y belleza... El terciopelo es de ese tipo de tejidos que apetece acariciar y peinar con la mano, mientras vemos como su tramado se mueve y dibuja ondas naturales, proporcionándonos sensaciones placenteras y relajantes, tanto para el tacto para la vista.

Si bien, la tapicería en terciopelo no está aconsejada para todo tipo de hogares o muebles, porque, como de todos es bien sabido, se trata de una tela muy delicada y poco resistente a roces, manchas o una actividad muy intensiva. Es por ello, que no se recomienda su uso en casas con niños, al menos no en muebles que vayan usar ellos como el sofá o los sillones, pues los desperfectos suelen verse mucho y ser difícilmente reparables.  Los muebles tapizados en terciopelo tienen un toque de elegancia y clase, que casa perfectamente con interiores más adultos y sofisticados.

Su aspecto sedoso, su superficie brillante y su tacto suave hacen del terciopelo, un elemento indispensable en la decoración de distintas épocas. El terciopelo, en sus orígenes, se consideraba como un tejido de lujo, cuya historia se remonta a miles de años. En muchas culturas, el terciopelo fue un tejido muy valorado, que simbolizaba la riqueza, el poder y el prestigio. La trama característica del tejido le da un toque noble que era asociado frecuentemente a la realeza.

Este textil tan apreciado puede utilizarse en ambientes de cualquier estilo decorativo. Aunque en tradicionalmente, se asocia a interiores más clásicos, en los que se combina con materiales lujosos como el mármol blanco, metales como el cobre, el bronce o el latón dorado, o las sedas y rasos; en la actualidad, podemos verlo en ambientes más modernos con tonalidades más atrevidas como el negro, el rojo carmesí, el verde esmeralda o lima, el azul zafiro, el rosa fuchsia, el morado o el gris marengo, dando lugar a propuestas más originales y vanguardistas.

La tapicería en terciopelo se aplica a las piezas de mobiliario de distintas maneras: de forma uniforme sobre la pieza, marcando las costuras, revistiendo una superficie acolchada o utilizando una de las técnicas más elegantes y llamativas: el capitoné. Este último es, quizás, el que más nos llama la atención y más respalda su atractivo.

El terciopelo es capaz de ennoblecer los ambientes y transmitirles un poco de su belleza natural. Aunque normalmente, su confección se basa en la seda, también se utilizan otros materiales como el rayón, el algodón, la viscosa, el acetato, el nylon, la lana y otras fibras sintéticas. Dependiendo del material que utilicemos para realizar esta tela de tacto y aspecto velloso, obtendremos un tejido más o menos resistente.

Actualmente, existe una gran variedad de tipos de terciopelo que se adaptan al uso que necesitemos darle. Es así como hay fabricantes que producen 'terciopelo antimanchas' (de fácil mantenimiento y limpieza) o 'terciopelo de algodón' (de lavado en seco), los más utilizados en el plano de la decoración. Existen otras modalidades que aquí no citaremos, más utilizadas en la industria de la moda, para vestuario de baile o disfraces.

Por último, como antes hemos apuntado, el mantenimiento de la tapicería de terciopelo es más complejo que el de otros tejidos. Puesto que el terciopelo es muy delicado y difícil de limpiar, se aconseja recurrir a la limpieza en seco de la zona afectada o utilizar disolventes puros (con 0% aceites y compuestos de un solo elemento químico).

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